El tejido de una red socio-cultural y la visión de una región tradicional en ¡Qué lindo es Michoacán! (Ismael Rodríguez, 1942)
DOI:
https://doi.org/10.32870/vsao.v6i11.7717Palabras clave:
modernidad vs tradición; ciudad vs campo, estampas folclóricas, comedia rancheraResumen
El presente texto tiene como finalidad explorar la filmación y parte de la difusión de la Ópera prima de Ismael Rodríguez ¡Qué lindo es Michoacán! /El paraíso de México (1942), película realizada durante el gobierno estatal de Félix Ireta Viveros, militar y político primero adscrito al Partido Nacional Revolucionario, y luego al Partido de la Revolución Mexicana. La adecuada ambientación de interiores de la mencionada cinta corrió a cargo de Ramón Rodríguez Granada y fueron filmados en los estudios México Films, ubicados en la capital del país. Pero el papel relevante que juega el paisaje con lagunas y montañas, y que incluye la Quinta Tzipécua de Francisco J. Múgica y la Quinta Eréndira, ubicadas en Pátzcuaro; la segunda entonces propiedad del general Lázaro Cárdenas del Río, oriundo de Michoacán y ex presidente de la República, complementa las atmósferas logradas por el talento del notable camarógrafo michoacano José Ortiz Ramos. Y, desde el punto de vista dramático, el director debutante nos muestra en su filme diferentes tipos de antagonismo: la ciudad contraria al campo; la culinaria francesa opuesta a la mexicana; el conflicto de dos trabajadores del aserradero que pelean por el amor de la protagonista; la de mujeres de la región que se disputan el amor del protagonista; la visión contrastante de la propietaria rica y del hombre pobre, etcétera, todo enmarcado con la música de la región, donde, finalmente, la modernidad y la tradición se fusionan en bellas estampas que a su manera continúan la difusión del folclore, principio y fin de la mayoría de los filmes financiados por el cine industrial mexicano durante su etapa clásica.Descargas
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